Estos meses son esenciales para la adaptación de los niños y niñas, ya que comienzan a construir su entorno de una forma más consciente y a relacionarse con las demás personas. 

 Incrementan sus movimientos y el control que tienen sobre sí mismos, los realizan con mucha más precisión. 

La motricidad fina adquiere una gran importancia y es indispensable que se lleve a cabo una adecuada estimulación ya que aqui intervienen muchos aspectos, como la coordinación viso-manual.

El juego en esta etapa es indispensable como herramienta de estimulación, ya que con eso logramos que nuestros pequeños desarrollen su creatividad, imaginación y autorregulación. 

Es una etapa importante para enseñárlos a compartir y a empezar a tener relaciones sociales armónicas.